La atención es una habilidad indispensable durante el proceso de aprendizaje. Para mantener esta atención, los profesionales de la educación consideran crucial fomentar la motivación de los niños, ya que un alto nivel de interés en el contenido académico facilita concentración en tareas educativas y la adquisición de nuevos conocimientos. Cuando el alumnado está motivado, muestra más compromiso y dedicación en las actividades escolares, hecho el cual favorece su concentración y su rendimiento académico.
Para algunos niños, mantener la atención puede ser un reto significativo. Afortunadamente, las nuevas tecnologías y los avances en la educación han apostado por la promoción de experiencias gamificadas para fomentar la motivación en el aula y ofrecer soluciones innovadoras y efectivas para mejorar el aprendizaje de estos niños.
El trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) es una afección neurobiológica que afecta el desarrollo cerebral y la capacidad de regular la atención, el comportamiento y las emociones. Se calcula que aproximadamente un 5-7% de la población infantil en edad escolar presenta este trastorno, y sus síntomas suelen aparecer antes de los 12 años.
Durante el periodo de educación infantil, los niños entre 2 y 5 años con TDAH muestran problemas de conducta, carencia de atención, una actividad motora excesiva para su edad y problemas de interacción social. Al llegar la etapa escolar, cuando inician las exigencias académicas, los niños entre 6 y 12 años con TDAH presentan más dificultades para mantener la atención y la compostura en clase, a menudo con conductas impulsivas y de interrupción que dificultan el cumplimiento de normas e instrucciones. También pueden tener dificultades para interactuar y cooperar con iguales, aspecto que puede afectar su adaptación y autoestima.
Estos síntomas pueden manifestarse de manera diferente según cada niño y afectar significativamente su rendimiento académico y su capacidad para interactuar con otros niños. Por eso, es importante detectar estos síntomas a tiempo para un diagnóstico e intervención de manera temprana.
Los niños con TDAH a menudo experimentan dificultades de aprendizaje que pueden complicar su progreso escolar. Su incapacidad para mantener la atención prolongada puede interferir en la comprensión de conceptos nuevos, la finalización de tareas y el seguimiento de instrucciones. Además, la impulsividad puede llevarlos a actuar sin pensar y cometer errores con más frecuencia, repercutiendo a una baja calidad en sus tareas.
Además, a menudo el TDAH presenta comorbididades con otras dificultades de aprendizaje y otros trastornos que dificultan el proceso de aprendizaje. Estas afecciones adicionales pueden complicar todavía más la experiencia educativa de los niños, haciendo que necesiten estrategias de aprendizaje e intervenciones más especializadas para superar sus retos académicos.
Las experiencias gamificadas en el aula han demostrado fomentar la motivación y la participación del alumnado. Incluir elementos de juego en el ámbito educativo, como niveles de dificultad, feedback constante, puntos, recompensas y personalización, enriquece la experiencia de los niños y garantiza un mayor compromiso e interacción en el aprendizaje. Por este motivo, varios estudios científicos se han basado en la creación de juegos más allá de la finalidad lúdica para cumplir unos objetivos específicos, conocidos como serious games. Los serious games en la educación son juegos diseñados para enseñar conceptos específicos y mejorar las habilidades cognitivas y ejecutivas de manera divertida y motivadora. La ciencia apunta que los serious games pueden ser herramientas potencialmente efectivas para superar las dificultades de aprendizaje, especialmente en niños con TDAH, ya que que no solo favorecen su proceso de aprendizaje, sino también ofrecen un contenido educativo en un formato más atractivo y dinámico.
Los serious games permiten a los estudiantes aprender en un entorno entorno seguro, es decir, sin presión, donde pueden repetir las tareas tantas veces como sea necesario hasta lograr sus objetivos. Esta repetición ayuda a consolidar los conocimientos adquiridos y mejora sus habilidades de resolución de problemas. Además, el elemento lúdico de los juegos capta la atención de los niños y los mantiene comprometidos con las actividades de aprendizaje durante periodos más largos de tiempos.
Diversos estudios científicos han demostrado los beneficios de los serious games, especialmente de los serious games digitales, para mejorar el aprendizaje en niños con TDAH. Estos son algunos de los beneficios clave identificados:
Los beneficios de los serious games para los niños con TDAH son evidentes, pero es importante tener en cuenta que no todos los juegos son igualmente efectivos. Es crucial que los educadores, los profesionales de la salud y los desarrolladores de juegos trabajen conjuntamente para crear herramientas que sean adecuadas para las necesidades específicas de estos niños. Esto incluye la selección de contenidos educativos relevantes, la incorporación de mecánicas de juego que fomenten la motivación y el compromiso, y la creación de entornos de juego seguros y sin presión.
Evidencia científica:
Alabdulakareem, Eatedal; Jamjoom, Mona (2020). Computer-assisted learning for improving ADHD individuals’ executive functions through gamified interventions: A review. Entertainment Computer, Vol. 33 (100341), 100341. DOI: 10.1016/j.entcom.2020.100341.
Gatell Carbó, A., Vergés Castells, A., Serra Amaya, C., Alda Díez, J. A., Grau, N., Elias Abadias, M.; Gatell Carbó, A. i Vergés Castells, A. (coordinació); Morales Hidalgo, V., Sans Fitó, A. i Serra Grabulosa, J. M. (col·laboració); Bosch Hugas, J. (il·lustracions) (2022). Trastorns del neurodesenvolupament i l’aprenentatge: Abordatge des de pediatria d’atenció primària. (1ª edició: gener de 2022) https://docs.academia.cat/i9605419
Moreno, J., & Valderrama, V. (2015). Aprendizaje Basado en Juegos Digitales en Niños con TDAH: un Estudio de Caso en la Enseñanza de Estadística para Estudiantes de Cuarto Grado en Colombia. Revista brasileira de educação especial, 21(1), 143–158. DOI: 10.1590/s1413-65382115000100010.
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